-Sentada en un parque cuando era niña me caí y me hice una herida en el brazo justo con la inicial del chico que me gustaba. Me rascaba la herida todos los días para que me dejase cicatriz y así no olvidarle nunca. Juraba que era el amor de mi vida.
- Bueno como todos los críos ¿No?
- No, como todo el MUNDO. El primer amor y el último, se sienten igual, eso es lo que se tarda en entender…
- Ya, y ¿cuándo te diste cuenta tú?
- Pues cuando dejé de rascarme. Llega un día en el que te das cuenta de que el único que queda en esa pareja eres tú y que lo único que te ata a él es esa herida y que haciéndola sangrar, no mantienes vivo su recuerdo sino el dolor de la perdida.
- Bueno como todos los críos ¿No?
- No, como todo el MUNDO. El primer amor y el último, se sienten igual, eso es lo que se tarda en entender…
- Ya, y ¿cuándo te diste cuenta tú?
- Pues cuando dejé de rascarme. Llega un día en el que te das cuenta de que el único que queda en esa pareja eres tú y que lo único que te ata a él es esa herida y que haciéndola sangrar, no mantienes vivo su recuerdo sino el dolor de la perdida.
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