"¡Qué poético suena todo eso! ¿Sabes? Eres demasiado pequeña para pensar como piensas." Dijo irónico con un aire de superioridad mientras le daba otra calada a su cigarrillo.
Ella le miró con desprecio, entre ofendida e indiferente, y respondió:
"Y tú demasiado mayor para pensar en lo que piensas."
"Y, ¿en qué pienso?" Continuó prepotente.
"En nada, absolutamente en nada."
A.
No hay comentarios:
Publicar un comentario