martes, 3 de mayo de 2011

Take me somewhere.

Caminaba rápido pero indecisa. Estaba nerviosa, asustada, le faltaba algo. En esos momentos sólo quería una cosa.
Le apetecía caminar por la orilla vacía. Estar de pie, quieta en la playa que tenía parte de su vida. Sentir el agua fría acariciando sus pies siguiendo un compás desigual. Notar la brisa del mar sobre su cara, susurrándole en los oídos. La arena, algo húmeda entre sus dedos. Quizás sacar uno de los cigarros que nunca se fumó. Estar sin problemas. A lo lejos se oirían las gaviotas.
"Ya no tengo miedo", pensó.
A.

No hay comentarios:

Publicar un comentario