Nos diferenciaban muchas más cosas que todo eso, pero no como tú piensas. Porque es verdad que yo era una niña, pero vivía el presente y tenía la mirada perdida en el futuro, un futuro lleno de falsas esperanzas, pero algo esperaba. Él sólo sabía sentarse en aquél muro y fumar, y muy de vez en cuando, se levantaba para encender mis ilusiones como si fueran dinamita, creando unos instantes de luz para luego dejarlo todo detrozado.
A.
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